Unos de los mitos
principales del Socialismo es la educación, un absurdo desde todo punto de
vista, ya que la educación es el resultado del desarrollo y no la razón del
desarrollo.
Resulta que en
ninguna Universidad de Bolivia, ni estatal ni privada se enseña la escuela de
la economía que se basa en la lógica y la razón, sino por el contrario, se
enseña una forma de la economía fantasiosa, absurda, tendenciosa, relativista y
posmodernista basada fundamentalmente en principios Hegelianos, los
descriterios Marxistas, en las paranoias de Engels, la enfermiza visión de
Gramsci y por supuesto en la absurda locura consumista de Keynes, esa visión se
llama SOCIALISMO.
Estos señores
inventan disciplinas tan absurdas como la “medición de la pobreza”
“Administración pública” o enseñan a “Planificar” o a realizar “Políticas
públicas” o “redistribuir la riqueza” o plantean “igualdad”
NOTA: Si lo que lees
en este momento te parece absurdo, es que seguramente fuiste alumno de esas
universidades y crees que lo que te enseñaron mal es lo correcto.
Pero resulta que
existe en el mundo una escuela de la economía basada en el objetivismo, el uso
del sentido común, y fundamentalmente en la lógica y la razón, representada por
grandes economistas y pensadores como Burke, Ludwig von Mises, Friedrich Hayek,
o los actuales Jesús Huerta de Soto, Miguel Anxo Bastos y el principal filósofo
latinoamericano Alberto Mansueti, que obviamente nuestros estudiantes NO CONOCEN
y que tuve que descubrir por mi propia cuenta: la LIBERAL, algo que no hubo en
Bolivia desde 1952. y que ha llevado desde hace mucho tiempo a los países al
desarrollo y el progreso.
Bueno pues, resulta
que hoy día, mientras en Venezuela o Argentina la gente siente en carne propia
las “ventajas” del Socialismo y pide a gritos que los opositores asuman las
banderas liberales porque ya están con la mierda hasta el cuello, en Bolivia
todos los soldados opositores que han estudiado en la misma escuela que el
enemigo se niegan a reconocer el verdadero problema, porque “educados” en
escuelas socialistas no pueden entender que el problema son ellos.
AL Ries y Jack
Trout, inventores de la palabra Posicionamiento,
escribieron una vez
que si los generales del ejército de Vietnam del norte hubiesen estudiado en la
academia militar norteamericana de WestPoint, Estados Unidos habría ganado la
guerra de Vietnam.
Considero que esa
afirmación es absolutamente cierta.
Y obviamente
teniendo la certeza de que la educación equivocada no resuelve ningún problema,
no tenemos en la oposición casi ninguna voz que grite que el rey está desnudo.
Hay en Bolivia un
concurso patrocinado por el gobierno al cual se han inscrito la mayor parte de
los opositores que consiste en GASTAR LA PLATA DEL ESTADO de “la mejor manera
posible” “con eficiencia” “sin corrupción” “porque yo soy mejor que él”
“invirtiendo más en salud y educación”, obviamente como son todos de la misma
escuela ganará el más socialista, o sea vamos en camino a Venezuela, en camino
a la pobreza.
El mensaje
presidencial con Álvaro García como telonero cuyo chip discursivo se lo instaló
Lenin, plantea 3 elementos fundamentales:
1. La total falta de
respeto a la Familia, a la Casa de la Libertad y al sentido común.
2. La construcción
de obras faranónicas, léase aeropuertos como tostados, para seguir a la cabeza
del concurso de gastadores de los recursos del estado al más puro estilo de los
hermanos Arévalo de la mal recordada estafa financiera de FINSA. Destruyendo así
la economía que nos muestran bonita solo en asientos contables de dinero que no
existe.
3. El anuncio de que
hoy le toca destruir el pésimo sistema de salud boliviano, con la creación de
un nuevo monopolio, que seguramente estará financiado con miles de millones de
dólares para que los amigotes del poder se hagan cargo de fabricar productos
farmacéuticos con el mismo resultado de siempre: Corrupción, subvenciones,
prebendas, criterios políticos y absurdas regulaciones que generaran más
burocracia, ineficiencia, mercados negros, subida de precios,
desabastecimiento, incompetencia y escases de medicamentos en el país,
exactamente como en Venezuela.
El presidente y
muchos opositores no pueden entender que los enfermos y pacientes no se curan
mejor ni más rápido con productos que dicen “Hecho en Bolivia” sino con
productos baratos, de calidad y sobre todo en las cantidades que se necesitan.
Estas medidas son
una sentencia de muerte a la economía pero sobre todo a las personas que
tendrán la desgracia de enfermarse en Bolivia.
Obviamente, ni los
genios del ministerio de Economía, ni los grandes analistas opositores
entenderán esto, porque NO saben que la economía sí tiene ideología y la que
ellos aprendieron es la economía de la ideología equivocada.
“Estoy intentando
liberar tu mente, Neo. Pero sólo te puedo mostrar la puerta. Tú tienes que
atravesarla.” De la película Matrix
Andrés Ortega
Candidato a 1er
senador por La Paz