En 1965 el
Gral. René Barrientos decide, por razones de geopolítica y de control de las
nacientes de los ríos en favor del Estado, crear la RESERVA VIÍRGEN
"Parque Nacional del Isiboro y Sécure”.
En 1990
Jaime Paz Zamora al reconocer que lo de “virgen” implicaba que los pueblos que
habitaban en el Parque tendrían que salir de él; decide “ampliar” el carácter
del parque para registrarlo como TERRITORIO INDÍGENA, y así reconocer a los
pueblos Mojeño, Yuracaré y Chimán que lo habitan.
Desde
entonces ese territorio se denomina Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro
Sécure, TIPNIS para los amigos.
Recuerdo muy
bien la marcha de los pobladores en 1990, ya que algunos se alojaron en mi
colegio cuando llegaron a La Paz y los vi más de cerca en la última marcha que
realizaron, como diputado apoyé en lo que permitieron sus dirigentes, y junto a
la Diputada por Cochabamba, Paola Zapata hicimos una campaña nacional para
nominarlos al Premio Nobel de la Paz.
Desde
entonces he escuchado diversos argumentos en favor y apoyo a los pobladores del
TIPNIS y también en favor de la construcción de una carretera.
Por lo cual
decidí estudiar a fondo este tema, por lo que ahora quiero dirigirme a ustedes
para transmitirles el resultado de la investigación.
El origen
primigenio de todo este problema nace en 1938 cuando el Presidente filo nazi
German Busch decide cambiar la Constitución Política del Estado e instala una
de carácter Nacionalista Socialista. Gracias esta Constitución, el Estado asume
poderes y responsabilidades que no le competen por naturaleza; como la
propiedad sobre tierra y recursos naturales que considere “estratégicos” o de
utilidad al Estado.
Esa lógica
Nacional Socialista se mantiene hasta nuestros días, en las diversas
constituciones que nos ha tocado vivir, que VIOLA uno de los derechos
fundamentales del ser humano: LA PROPIEDAD PRIVADA.
Barrientos determinó,
por atrabiliario y omnipotente, que ese territorio debía ser una RESERVA
VÍRGEN, luego de alguno de sus vuelos por el lugar y tras ser deslumbrado por
su belleza natural, sin importarle los deseos de los pobladores del lugar.
Cuando ellos
llegaron a La Paz en 1990, para exigir sus derechos, al gobierno de Jaime Paz
no se le ocurrió otra cosa que darles una especie de “permiso” para vivir ahí,
obviamente Jaime Paz, socialista, no podía hacer otra cosa, ellos pedían ser
“reconocidos” entonces el gobierno les dio cédulas de identidad.
El resto de
la historia la conocemos todos, pero el problema sigue siendo el mismo.
El Gobierno
decide por ellos; porque ese territorio es legalmente del Estado Boliviano, o
sea de todos, o sea de nadie, o sea de los gobernantes.
Si leemos
bien la documentación: es Jaime Paz quien abre la puerta a la carretera y
Carlos Mesa quien inicia el proceso legal para su construcción, Evo solo
ejecuta.
El otro
problema del TIPNIS es su “defensa”; todos los argumentos que se han presentado
durante el gobierno de Evo Morales; para supuestamente defender el Parque son
de carácter Paternalista, Ecologista y Buenista.
Paternalista;
de citadinos que no conocen, ni han vivido, ni irán a vivir jamás al medio de
la selva, pero creen que los pobres indiecitos no tienen capacidad de pensar ni
decidir por su propia cuenta, como si fueran menores de edad.
Ecologista;
por parte de gente fanática de una religión primitiva, el pachamamismo, que
creen que la “madre” tierra está en peligro, como si fuera la película Avatar y
esgrime argumentos pseudo científicos en contra de la carretera, fácilmente
desmontables en un debate serio, por ejemplo hablan de la producción de oxígeno
que se vería seriamente afectada ignorando que el 96% del oxígeno del mundo se
produce en los mares, pura intuición nada de ciencia.
Olvidan que
la sola presencia humana es antiecológica, como toda la agricultura del mundo, en
esa lógica la única salida es el suicidio colectivo.
Buenista; de
gente que tiene determinados esquemas de pensamiento y actuación social y
política (como el multiculturalismo y la corrección política)
que, de forma bienintencionada pero ingenua, y basados en un
mero sentimentalismo carente de autocrítica hacia los resultados
reales, demuestran conductas basada en la creencia de que todos los problemas
pueden resolverse a través del diálogo, la solidaridad y la tolerancia, destruyendo
la lógica y la razón.
En resumen
la DEFENSA DEL TIPNIS no ha tenido argumentos de fondo para poder contrarrestar
todo el aparato del gobierno.
Porque en
realidad, solo cabe un argumento, brutal e irrefutable: LA PROPIEDAD PRIVADA,
que quiere decir el respeto profundo, filosófico, jurídico y legal; pero sobre
todo moral a los DUEÑOS REALES y objetivos de la propiedad que serían los
pueblos Mojeño, Yuracaré y Chimán, quieres son los amos del territorio que les
pertenece y que TODOS deberíamos reconocer, con todas las garantías plenas de
usos disfrute y abuso de SU PROPIEDAD.
Si el
Estado, activistas y defensores reconocieran la PROPIEDAD PRIVADA como un DERECHO
FUNDAMENTAL del ser humano, todo este
debate, todo el conflicto y todas las muertes se hubieran evitado.
Los pueblos
Mojeño, Yuracaré y Chimán, deberían ser los únicos que pudieran decidir sobre
la suerte de su territorio; si pasa o no una carretera debería ser decisión
exclusiva de ellos y si ellos decidieran autorizar la construcción de la
carretera debieran ser también beneficiarios de los ingresos que genere e
indemnizados a precio real de mercado, reitero SI QUISIERAN, y si NO QUISIERAN
pues no se construye aunque les ofrezcan dinero o lo que fuera, porque de eso
se trata la PROPIEDAD PRIVADA.
Pero como en
nuestra mente está instalado el chip socialista, ni a los gobernantes que son
socialistas ni a los “defensores” que también son socialistas, se les ocurre
que estos pueblos sean los verdaderos y únicos dueños de su propio territorio.
Andrés
Ortega
Es Liberal
de Derecha