El “Pacto Fiscal” es el tema político del día en Bolivia.
Pero cuando leemos o escuchamos las noticias y comentarios, ¿qué tenemos? En
concreto nada: todo es una enorme nube retórica de palabras que suenan bonito
como “bien común”, “diálogo y concertación”, “solidaridad” y “distribución con
equidad”.
A los interesados se nos remite a la “Ley Marco de
Autonomías”, la cual también abunda en retórica más que en disposiciones
concretas: una lluvia de palabras comunes de la jerga que los liberales
irónicamente llamamos “políticamente correcta”.
En concreto un “Pacto” es un convenio que suscriben las
partes de un acuerdo. Según el Diccionario de la RAE es un “concierto o tratado
entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado.” Pero en
este caso, ¿Cuáles son las partes? ¿Cuál el compromiso que van a acordar y suscribir?
¿Qué se supone que van a estipular? ¿Sobre cuáles materias y puntos?
El adjetivo “fiscal” nos lleva detrás de la nube retórica, y
podemos asumir lo que hay: un acuerdo entre los socialistas de La Paz y los
socialistas de los demás departamentos (oficialistas y opositores) para
repartirse tu dinero y el mío: el dinero de nuestros impuestos, del IDH, de los
préstamos y de la inflación.
Demasiados impuestos,
demasiado dinero
Una lista no exhaustiva de los impuestos vigentes en nuestro
país incluye los del Valor Agregado (IVA) y su régimen complementario (RC-IVA),
sobre las utilidades de las empresas (IUE), las transacciones (IT), la
propiedad de bienes inmuebles y vehículos automotores (IPB-IPVA), a los
consumos específicos (ICE), a las sucesiones y a las trasmisiones gratuitas de
bienes (TGB), municipal a las transferencias de inmuebles y vehículos
automotores (IMT), especial a los hidrocarburos y sus derivados (IEHD), a las transacciones
financieras (ITF), directo a los hidrocarburos (IDH), y salidas aéreas al
exterior (ISAE) y otros.
El SIN nos informa que sólo en un mes, enero de 2015, nos ha
recabado la suma de casi 4 mil millones de bolivianos. Adicionalmente también
nos informa que miles de negocios son sancionados periódicamente en todo el
país por controversias relacionadas con impuestos, con penas de multa, clausura
y hasta cárcel, a pesar de que el año pasado 2014 el Tribunal Constitucional
emitió un fallo a favor de los comerciantes. Vale la pregunta: si cierran los
negocios, ¿quiénes van a pagar impuestos? No tiene lógica.
¿Por qué tantos impuestos, entre nacionales y municipales? ¿Por
qué tanto dinero?
Estatismo salvaje
Respuesta: porque en Bolivia hay un sistema estatista
impuesto por la ideología del socialismo, según el cual el Estado ha de ocuparse
no sólo de sus funciones propias, seguridad, justicia y obras públicas de
infraestructura, sino también de una serie muy amplia y diversa de actividades,
desde las comerciales y económicas hasta las deportivas y artísticas, pasando
por las educativas, médicas y aseguradoras.
¿Debe el Estado se encargue de estas funciones como
educación, salud, etc.? Se nos dice que sí porque de otro modo no tendríamos
dinero para pagarlas. ¡Pero con la excusa de sostener esas actividades el
Estado nos quita miles de millones de pesos bolivianos en impuestos! No tiene
lógica.
PROPUESTA DE ALIANZA
Proponemos una “Reforma Fiscal”, no “Pacto Fiscal”, en el
contexto de una reforma integral del Estado (No. 1), acompañada de otras cuatro
reformas profundas y estructurales en economía y finanzas (No. 2), educación
(No. 3), atención médica (No. 4), y jubilaciones y pensiones.
Partimos de la premisa básica del buen orden social:
separación de lo público y lo privado. O sea que los Gobiernos son para
proteger los reales y verdaderos derechos humanos: a la vida, libertad y
propiedad, mediante el ejercicio de las tres funciones propias del Estado:
seguridad, justicia, y obras públicas de infraestructura. Tales son los
“negocios públicos”. Nada más. Y los Gobiernos deben ser independientes de los
entes privados: empresas, bancos, escuelas e iglesias, sindicatos, medios de
prensa, partidos, etc., que se encargan de los negocios privados (excepto los
partidos).
Gobiernos limitados, mercados libres, y propiedad privada son
“los tres pilares” del capitalismo liberal.
Para tener un sistema liberal clásico, hay que comenzar por derogar las
leyes malas: las que premian lo malo y castigan lo bueno, e impiden las reformas
necesarias.
Estas son:
La Reforma No. 1, de la política, para tener “Gobierno
limitado”, o sea para poner a los Gobiernos en su lugar, en las funciones
propias del Estado; y para poner a los partidos a competir.
La Reforma No. 2, de la economía, banca y finanzas, para
tener “mercados libres” con dinero sano, y así incrementar la productividad,
riqueza, bienestar material, ingresos reales y ahorros de la gente.
La Reforma No. 3, educación, ponerla en manos de los maestros
y profesores, no del Estado, para diversificar la oferta y elevar su calidad.
La Reforma No. 4, de la salud, que la pone en manos de los
médicos y enfermeras, no del Estado.
La Reforma No. 5, de las jubilaciones y pensiones, para tener
coberturas de seguros, y prestaciones dignas.
Los impuestos
A nivel nacional, hoy en día hay más de una decena de
impuestos y aranceles, que se llevan más de un tercio de la riqueza producida
por los bolivianos. En el contexto de las dos primeras reformas proponemos
sustituirles por el impuesto plano “de las tres U”, que va a ser Único (ese
solamente); Universal (sin excepciones); y Uniforme (igual para todos), de un 5
% a los ingresos de las personas físicas, EN CONTRASTE AL 42% QUE HOY DÍA COBRA
EL ESTADO.
Los ingresos recaudados serán para sostener a nivel nacional las
tres funciones estatales propias de Defensa y Seguridad, Justicia, y obras
públicas de infraestructura física. Y para financiar el “gasto social”: las
tres series de cupones para la educación, la atención médica, y las
jubilaciones de los más pobres, incluidas en las Reformas Nos. 3, 4 y 5.
Al pasar a una economía de libre mercado (libre de violencia
y fraude), sin trabas estatistas, y con banca de reserva total, basada en una
moneda dura con patrón oro, la producción va a verse multiplicada por 4 o 5
veces sólo en el primer año. Es el “Efecto Laffer”, así llamado por Arthur
Laffer, economista que lo descubrió y explicó. Por tanto lo monto recaudado por
el impuesto nacional único del 5 % va a ser varias veces mayor que el actual
recaudado de todos los impuestos juntos.
A niveles regional y municipal, cada departamento y cada
municipio del país podrá decretar todos los impuestos que sus residentes aprueben, para los fines que sus
residentes aprueben. El principio es
que todo departamento o municipio que quiera más gasto público, para los fines
que sea, lo pague con su propio dinero de su bolsillo.
Andrés Ortega
pensardiferente@gmail.com
2 comentarios:
Idea: iva it rc-iva iue que sean recaudados por cada departamento. Y que cada departamento pueda en un rango subí o bajar tasas iva it iue
no me agrada mucho, yo soy más radical, pero sería un avance muuy grande
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