lunes, 8 de junio de 2015

Pan de batalla o la batalla por el pan

Todos los gobiernos socialistas son tan buenitos que deciden fijar los precios contra los malos empresarios que se enriquecen llevándote comida a la mesa o cualquier bien que tú desees.
Pero analicemos esto en término económicos reales.
Los precios máximos de venta curiosamente siempre son menores a los que rigen en el mercado he ahí su bondad, si no lo hiciera así, no tendría sentido para los socialista cuyo fin último es el de destruir el mercado y ganar votos de la gente, no de hacer economía.
Primer resultado de la intervención del estado en el precio: ESCASEZ
Si se fija por ley un precio artificial inferior al del mercado,
inmediatamente surgen muchísimas más personas que quieren comprar, que los que están dispuestos a vender, por lo tanto NO SE PUEDE SATISFACER la demanda por el precio reducido.
En el libre mercado, las cantidades que se ofrecen y demandan son más o menos parecidas, y el precio lo regula el propio mercado, por lo que NO PUEDE existir escasez
Por ello SIEMPRE que el gobierno decide fijar un precio máximo surge el fenómeno de la escasez, SIEMPRE.
Segundo resultado de la intervención del estado en el precio: RACIONAMIENTO
Como no hay para todos, obviamente se organiza una fila, los primeros pueden comprar los otros no y como eso resulta “injusto” el político demagogo de turno, que ha ocasionado este fenómeno no lo repara, sino que asigna una cuota para que cada quien se lleve lo que él considera una cantidad justa, lo cual es más injusto todavía porque no te permite comprar la cantidad que desees sino se te asigna un cupo (como en la UDP) y se establecen las cartillas de RACIONAMIENTO.
Sin olvidar los daños colaterales como la corrupción para sobornar al que vende o da la cartilla e incluso a la violencia cuando la gente se cabrea, rompe las puertas y saquea la tienda, cosa con la que no estoy de acuerdo bajo ningún punto de vista.
Todos esto ya lo hemos visto a los largo de los últimos 63 años de muestra historia.
Daño colateral fatal: Fijar el precio máximo DESTRUYE EL ESPÍRITU EMPRESARIAL
Todo empresario se mueve por los beneficios que puede lograr con su inversión y esfuerzo, ya sea un lustrabotas, un panadero, un carnicero, una abogada, un médico o el dueño de la cementera.
Si el gobierno limita el precio de un bien o un servicio, se elimina la utilidad y por lo tanto el ímpetu de un empresario redirige su capital hacia un bien donde pueda tener una utilidad, o sea desaparece la marraqueta, entre otros resultados.
Y por lo tanto, indefectiblemente, el problema de la escasez se agrava aún más.
Cuando en el libre mercado se presenta un problema de escasez que no es producido por la decisión del gobierno “buenito”, los empresarios deciden invertir en esos productos que la gente demanda para satisfacer la necesidad existente y lograr utilidades, corren como bomberos frente a un incendio.
Aun así el mercado busca soluciones, y no es alguien o algunos reunidos maquiavélicamente que deciden buscarlas, sino es la cualidad innata del mercado que el socialismo no puede controlar ni siquiera en Cuba, esa fuerza natural crea como primera solución, ya que no puede cambiar las leyes malas, el MERCADO NEGRO.
Mercado negro
El Mercado negro no es un problema sino más bien una solución parcial al problema que crea el control de precios que ejerce un gobierno socialista.
La solución final sería la de derogar las leyes malas y entrar en un libre mercado que no existe en Bolivia desde 1952, pero eso no lo hará nunca ningún gobierno de izquierda o medio izquierda como hemos visto a lo largo de la historia.
Curiosamente el político que ofrece estas salvajadas que destruyen la economía es el más votado y aplaudido y felicitado incluso por la prensa y hasta por la FAO.
El problema del mercado negro, ya que el precio del pan “barato” de nada sirve porque YA NO HAY PAN, y además hay tantas normas que en la práctica impiden que lo haya, es que vende el pan a precios muy superiores a todo precio fijado por la ley, el gobierno les llama especuladores, de todos modos solo gracias a los “especuladores” llegamos a tener pan.
Obviamente la solución no radica en meter presos a los especuladores, eso solo aumentaría la escasez y subir los precios, había que meter presos a los políticos que deciden “controlar” los precios y abolir el control de precios.
Pan y Circo destruyen la economía de cualquier país, donde además el gobierno decide incrementar la masa monetaria o sea aumenta la cantidad de dinero y empieza la inflación o se agrava, la clara muestra es que el pan costaba 5 por 1 peso y hoy apenas alcanza para 2 si es que lo encuentras.
Es el pasaje a Venezuela y al parecer el gobierno ha decidió comprarlo con nuestro dinero, con TÚ dinero.
La solución es Capitalismo de Libre Mercado, donde los panaderos luchan por los clientes, le ofrecen más variedad, mejor precio, compiten por tener los favores del mercado no compiten por los favores del politiquero como pasa en las reuniones del gremio con el gobierno.
Si tiene consultas no dude en escribirme pensardiferente@gmail.com o seguirme en twitter @pensardiferente

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